Día 329, jueves

Una noche recibió su llamada. Era temprano. Estaba dormida. "Necesito un favor", le dijo. "¿Qué hora es?", preguntó ella. "¿Ha pasado algo?". "Más o menos". Los días siguientes se dedicó a acompañarlo. Fueron al cine, al teatro y a los eventos familiares. Aunque solían hablar mucho, ella nunca se dio por enterada. De todas formas, era agradable tenerlo a su lado. Una tarde cayó en la cuenta de que el favor había sido ése, y se preguntó hasta cuándo él la necesitaría.

Día 326, lunes

Últimamente duermo hasta pasado el mediodía. La mayoría de las veces sueño con gente desnuda.

Día 322, jueves

Acabo de pasar por días terriblemente oscuros.

hola chicas. lamento decirles que esta noche no podré ir al evento. lo que pasa es que acabo de mudarme y debo aún desempacar mis cosas y asentarme en mi nuevo hogar. de todas maneras, me parece una buena idea reunirnos para intercambiar algunas cuantas palabras. me gustaría saber qué es de sus vidas. sé que luz, por ejemplo, va a tener un hijo de javier carmona y que maría inés ching apareció en un comercial de movistar. de juliane por lo menos sé algo de ella por su blog y, de gianfranco, que todavía no me devuelve mi libro de bret easton ellis. en fin, si quieren saber algo de mí, o de como me siento, puede poner simplemente la canción elephant gun, de beirut, o mejor aún, ver el video.
(http://www.youtube.com/watch?v=kjeh6P4sRfw)
saludos desde marte.

g.

pd.- let the season began!

Día 316, viernes

Si ambos fueramos ositos de peliche gays, definitivamente seríamos como ellos.

Día 309, viernes

Ayer en la noche mientras nos duchábamos. "Extraño ver series por televisión". "Yo también".

Elephant gun
De Beirut

http://www.youtube.com/watch?v=kjeh6P4sRfw

Día 306, martes

Ayer de visita en la universidad: "Tuve un accidente y perdí la memoria. De hecho, sigo teniendo problemas. Me olvido de los nombres y ésas cosas". "Pero tienes bonitos ojos", le dije. "¿Qué importa la memoria?".

Día 305, lunes

Ya llega el invierno. Uno se da cuenta de ello días como hoy. El cielo nublado, el frío y sin nada qué hacer. Pareciera como si, poco a poco, nos acercáramos a una nueva decepción. El otro día, por ejemplo, salí del bar donde trabajo, en Barranco. Eran recién las 3 y pico de la madrugada y todo el mundo estaba en franca retirada. Las camionetas de la policía alumbraban con sus luces rojas, parpadeantes. "Todos los sábados es lo mismo", me dije a mí mismo. Siempre sueño que como alguna de ésas butifarras que sirvo a cada rato en las mesas del bar, con salsa criolla y ají. Al amanecer, mi viejo me despertó para regalarme un sandwich. Yo me comí la mitad pensando que era una de esas butifarras que sirvo en el bar. No me comí lo que quedaba porque en fin. Al despertar me di cuenta que era un pan con pavo de Macario. Y encima sin salsa. ¡Qué estafa!